Imagínate caminando por el paseo marítimo de Rapallo, con el mar reflejando la luz del sol y el aroma de la sal en el aire. De repente, te encuentras frente a una maravillosa estructura de estilo Art Nouveau: el Chiosco della Musica, un monumento que contiene una historia única, que quizás te pertenezca más de lo que imaginas.
Este kiosco no solo es una obra de arte, sino un regalo extraordinario hecho por los habitantes de Rapallo que emigraron a Chile. En los años 20, muchas familias dejaron Rapallo para buscar fortuna en el extranjero, pero, a pesar de la distancia, nunca olvidaron sus raíces. Fue precisamente para mantener vivo el vínculo con sus tierras que decidieron recaudar fondos para construir este quiosco. En solo tres años, el sueño se hizo realidad, y en 1929, esta espléndida estructura se convirtió en el símbolo del amor por Rapallo y por la música.
Bajo la cúpula pintada al fresco por Giovanni Grifo, los grandes compositores como Verdi, Beethoven, Mozart y muchos otros parecen vigilar a los transeúntes, recordando los conciertos que antaño animaban la plaza. Era aquí donde la gente se reunía, bajo ese techo artístico, para escuchar música, para sentirse parte de algo grande y, al fin y al cabo, para redescubrir ese sentido de comunidad que la emigración no podía romper.
El Quiosco no solo de la música
Pero la historia del Quiosco no solo se compone de música, de hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, la estructura fue ocupada por soldados alemanes que la utilizaron como depósito para sacos de cemento y sufrieron graves daños. Sin embargo, como las historias más hermosas, esta también ha tenido su redención. Después de la guerra, una cuidadosa restauración sacó a la luz su belleza original y, durante las obras, resurgieron los restos de un antiguo muelle, ahora visible bajo una sugerente pirámide de cristal. La plaza circundante, antaño bañada por las olas del mar, ha sido empedrada y peatonal, transformando toda la zona en un rincón de historia y belleza.
Si tu familia ayudó a construir este quiosco, o si conoces a alguien que lo hizo, debes saber que este lugar te pertenece. El Kiosco de la Música es un símbolo del vínculo entre Rapallo y sus hijos que emigraron a Chile, un monumento que espera ser redescubierto. Volver a Rapallo no es solo un viaje físico, sino un regreso a los orígenes, una forma de reconectar con las raíces y revivir el gesto de generosidad que unió dos mundos.
¿No sientes también la llamada de tu tierra? El Kiosco está ahí, como un testigo mudo, listo para contarte la historia de tu familia, para hacerte sentir parte de un legado que atraviesa el tiempo y el espacio.